Lo que hemos vivido a nivel nacional el pasado jueves ha sido una protesta histórica en defensa de unas pensiones dignas. En Bilbao han llegado a los 30.000 manifestantes, en Madrid 4.000 pensionistas consiguieron romper el cordón policial para cortar la Carrera de San Jerónimo, hazaña que ni el mismo movimiento 15M fue capaz de lograr y en Málaga más de mil personas se concentraron en la Plaza de la Constitución. Sólo nombro algunas capitales, se han producido protestas en más de un centenar de municipios de España.

Concentración en Marbella. Plaza de los Naranjos.
Estas movilizaciones demuestran una vez más el fracaso de las políticas del PP con el sistema público de pensiones. Los pensionistas están perdiendo poder adquisitivo porque la subida del sólo 0,25 % está muy por debajo del 1,5% que se prevé para el incremento de precios en 2018. La otra reivindicación a largo plazo es que las pensiones sigan siendo públicas y puedan sobrevivir a los ataques contínuos del PP a los fondos públicos para acabar convirtiéndolas en privadas.
Se escoge el 22F para movilizarse, siendo el día de la igualdad salarial entre hombres y mujeres, porque el 48 % de las personas que perciben una pensión en España son mujeres y representan el 73,5% de quienes perciben las pensiones más bajas del país. Más de tres millones de mujeres perciben una pensión por debajo de los 700 € y hasta 1,5 millones, perciben una pensión por debajo de los 500 € según eldiario.es
En Marbella estuvieron todos los grupos políticos de la oposición acompañando a los 300 pensionistas concentrados. La concentración la organizó la coordinadora estatal de pensiones con el apoyo de IU. Andrés Cuevas pronunció unas palabras llenas de razón, os pongo el vídeo y me quedo con la última parte de su discurso:
«…. Somos más de nueve millones de pensionistas en toda España, somos cerca de un millón y pico en Andalucía y en Marbella seremos unos diez mil pensionistas. Por tanto, somos más que ellos y saben que le vamos a ganar la batalla y no sólo le vamos a ganar la batalla los que estamos ahora jubilados, sino que tenemos la obligación de ganar la batalla para los que vienen detrás nuestra, no podemos decir a nuestros hijos o a nuestros nietos cuando se sienten delante nuestra en una mesa y nos digan:
-Abuelo o papá, ¿por qué os habéis dejado arrebatar lo que vuestros abuelos os dejaron?
Y la dignidad es nuestra porque así nos lo enseñaron los que lucharon por las pensiones antes que nosotros»