Cuando era pequeña me enseñaron en el colegio, que durante la reconquista de Marbella la reina Isabel la Católica cuando divisó desde lo alto de una montaña el mar y la costa, exclamó:
-¡Oh, que mar tan bella!
Y después de estar un largo rato callada, le dijo al Rey Fernando:
–Quiero que esta hermosa ciudad rodeada de murallas se llame Marbella.
Por lo visto ni la reina estuvo nunca en Marbella, porque se encontraba en Córdoba embarazada de su hija Catalina, ni tampoco bajaron por ninguna montaña porque el Rey Fernando el Católico llegó a Marbella a lo largo de la costa desde Gibraltar. Así que guías modernas y obras más serias y antiguas como la de viaje a Gibraltar “Francis Carter, SXVIII” recoge esta falsa historia.
He leído mucho sobre el origen del nombre de Marbella, aunque hay mucho escrito sobre ello ninguna de las teorías están demostradas históricamente.
El primer libro en la historia que se conserva y habla monográficamente sobre Marbella es “Conjeturas de Marbella” de Pedro Vázquez Clavel, clérigo y profesor marbellero(1781). No dejan de ser conjeturas sin fundamento histórico. En la conjetura segunda habla expresamente del posible origen, y explica que su nombre primitivo en la época fenicia fue el de Castillo de la Madera. En la época Cartaginesa la denominaron Marbella, proveniente de Maharbal , capitán cartaginés que reedificó y amplió la ciudad y de su nombre “Maharbal”derivó a Maharvela o Marbela. En la época romana su nombre fue Barbésula, supone que los romanos la designaron así para borrar el rastro de los cartagineses, ya se sabe del odio entre estas dos civilizaciones. En la conjetura tercera trata sobre Barbésula de la boca del río Guadiaro (límite de las provincias de Cádiz y Málaga). Allí se hallaron unas inscripciones donde constatan la existencia de la romana Barbésula y una vez más supone la existencia de dos localidades diferentes pero con nombres iguales o muy parecidos (Barbésola, Barbésula, Berbesul, Barbesul…) una ubicada allí en Guadiaro y la otra antecedente en Marbella. En la época árabe se restituiría el nombre de Marbella, que quería decir en árabe aguas espejadas (Elma-Belar), está teoría la recoge Vázquez Clavel del clérigo ceutí Juan Arráez de Mendoza.
En la época romana pudo llamarse también Salduba,pero no hay nada que lo verifique. Cilniana se encontaría cerca de Guadalmina donde se ubica la Basílica paleocristiana «Vega del Mar»
Hago referencia a este libro, que por poco preciso que sea, sea la causa que un historiador tan importante como “Fernando Alcalá” designado cronista oficial de Marbella y “Carlos Posac” entre los más conocidos, a mediados del siglo pasado, se interesaran en investigar sobre las mismas cuestiones que Vázquez Clavel refiere en su libro dos siglos antes y llegaran a conclusiones mucho más acertadas y fundamentadas históricamente.
“Fernando Alcalá” trata en su libro “Crónicas de Marbella” como no, esta misma cuestión. Explica que cada historiador cuenta su versión, Luis del Mármol a finales del S.XVI dice que Marbella se llamaba Marbilli y los árabes no le cambiaron el nombre. Guillén Robles en 1874 la llama Marballa , D. Juan Temboury (Torres Almenaras, 1975) usó este mismo topónimo de procedencia árabe, este mismo historiador recoge otras variantes Marbulla, Marbilia y Marbelah, también árabes. Otra variante es Marbil-la. Respecto a su significado, habiendo consultado a conocedores de la lengua árabe que rechazan la teoría que Marbella (Elma-Belar) fuera su significado aguas espejadas, se inclinan más que Marbil-la significa más bien ciudad de paso. Otro lingüista árabe le dice que Marbil-la puede significar aguas tranquilas, teoría que se acerca a la que recoge Vázquez Clavel (Elma-Belar), se aproxima por el sustantivo agua y se separa por el adjetivo tranquilas.
Después de haber resumido todo lo que sé, expongo mi hipótesis y digo “hipótesis” porque ni soy investigadora, ni historiadora. Me inclino a que el nombre de Marbella y el origen de la ciudad que conocemos hoy día es fenicio, me apoyo en las ruinas encontradas en Río Real. Ya se sabe que se han encontrado restos prehistóricos en cuevas de Pecho Redondo, Coto Correa y Puerto Rico. Pero yo no hablo de cuevas, sino de los orígenes del nacimiento de las construcciones de la ciudad. Por otro lado el nombre de Marbella seguro venga de los fenicios, igual que otras muchas ciudades de la costa como Málaga o Cádiz.
Lo último que he leído ha sido en la web oficial del ayuntamiento: Marbella viene de Maar= Mar, mucha agua y Bila/Billa= monte. Monte con mucha agua y su etimología es prerromana, no sé si será una conjetura como la de Vázquez Clavel o tendrá fundamento histórico. Si alguien lo sabe, ruego me deje algún comentario.
Bonito trabajo de investigación resumido en pocos párrafos. Al final no queda nada claro sobre el origen (y eso también tiene su propio encanto), pero tu trabajo, sin ser investigadora, como tú misma dices, es para al menos felicitarlo, Maica. Un saludo.
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