La indignación me volvió a invadir hace dos días gracias a la denuncia de Ecologistas en Acción hace dos años, cuando me enteré del desastre medioambiental en los fondos marinos de Nerja contaminados por vertidos de aguas fecales y de toallitas higiénicas que además obstruyen un colector. Más de nueve toneladas de toallitas de bebé, de compresas, de plásticos han formado un tapón de más de 20 metros de diámetro en ese colector, situado a menos de 200 metros de la playa de Nerja. Un atentado contra la naturaleza en plena Costa del Sol que como sabemos depende en gran medida del turismo.

El problema no es nuevo, los productos higiénicos y plásticos se llevan comercializando décadas. Las autoridades están investigando gracias a la denuncia interpuesta, pero mis preguntas son: ¿Por qué la administración competente no actúa de oficio? ¿Por qué siempre hay que estar denunciando para que la administración actúe? ¿Cuándo se van a tomar medidas drásticas en todo el país? Miedo da pensar como puedan estar el resto de nuestras costas y no sólo las que tenemos en nuestro país y continente, sino alrededor de todo el mundo, porque no hay que olvidar que es un problema global. Nos echamos las manos a la cabeza horrorizados cuando ocurren estos desastres en la naturaleza, y ya poco remedio podemos poner una vez han sucedido. Lo que tenemos que hacer es evitarlos a toda costa, poniendo de nuestra parte, porque todos somos responsables en mayor o menor medida.
El problema no se arregla limpiando, unas de las soluciones es no ensuciar. He ido muchas veces a jornadas de limpieza y están muy bien para concienciar a los más pequeños que son el futuro, incluso también a algunos adultos que son los principales responsables. Pero fastidia mucho, después de estar horas limpiando, como a los dos días ese mismo espacio vuelve a estar igual de sucio, por lo que las medidas que se adopten tienen que ser drásticas y urgentes, no sólo en educación y concienciación. De hecho muchas organizaciones y grupos usan el tema medioambiental como herramienta de publicidad y marketing para sacar mayor beneficio económico o cumplir cualquiera sean sus objetivos.
Es necesario el impulso de políticas para la protección del medio ambiente, eso quiere decir muchas veces simplemente respetar, hacer cumplir la normativa y leyes y por supuesto mejorarlas, porque como dice el amigo y compañero Salvador Campos: lo verdaderamente revolucionario es hacer cumplir la ley. Fundamental es dotar de presupuesto para poder poner en marcha las medidas, entre ellas, hacer efectiva la separación de fecales y pluviales, la construcción o ampliación de estaciones depuradoras de agua y facilitar los complejos trámites a los que están sometidas dichas obras. Por supuesto es importante depurar responsabilidades políticas en el caso de Nerja, pero es necesario que las investigaciones estén dirigidas hacia las administraciones y empresas competentes, porque la responsabilidad de la falta de una estación depuradora de aguas residuales en ese municipio que hace que los vertidos vayan a parar directamente al mar, en este caso es del Estado. ¿Entonces, cómo se puede investigar a un Ayuntamiento si la obra de la depuradora está en marcha desde 2014 y cinco años después aún no ha finalizado?
Entre esas medidas drásticas entiendo hace falta un cambio en el modelo productivo que no esté ligado a la generación de residuos y los primeros que podemos influir somos nosotros mismos con nuestros hábitos de consumo. Reduciendo el consumo y producción de plásticos, eliminando el uso de toallitas para obligar que las prohíban en el mercado, comprando en el negocio de proximidad y sólo lo que necesitamos, reciclando, reutilizando las cosas, dándole una segunda vida. Algunos asuntos tan básicos, que da vergüenza decir y mucha gente aún no pone en práctica. Invito a hacer una reflexión en vuestras vidas y a pensar en lo que podemos mejorar para contribuir con el medio ambiente. Está claro que vivimos de él, porque es un recurso turístico que si no cuidamos, estamos olvidándonos de una de las principales fuentes de empleo, a lo mejor el propio egoísmo del ser humano, pensar en nosotros mismos, nos sirve para recapacitar. No quiero que se haga tarde, creo que aún estamos a tiempo de actuar.