Ayer ví este artículo de prensa en el Marbella24horas, en el que decían que multaron a un vecino de Marbella por talar cuatro árboles y que deberá plantar 16.
En Marbella llevamos años y años enfrentándonos a las talas injustificables cometidas por el Ayuntamiento. Ni denuncias de los ciudadanos, ni protestas en las calles, ni exposiciones por registro de entrada, sirven para parar dichas talas ni para que nos den una respuesta justificable.

Las talas más llamativas empezaron en 2012, arrasaron con los árboles de la avenida Antonio Belón, y después con los de Miguel Cano (2013), Notario Luis Oliver y Victor de la Serna (2014) Alonso de Bazán (2017-2018), calles del centro de Marbella cuyos árboles formaban parte de nuestro Patrimonio Verde.
También talaron árboles en 2018 con motivo de la Copa Davis en el entorno de Puente Romano. También en dicho año talas en San Pedro Alcántara. Incluso se atrevieron, aprovechando la pandemia, para acabar con el jardín mediterráneo que existía en la Plaza de los Naranjos de Marbella, para sembrar «florecitas de temporada» que no son nada sostenibles y no ayudan a la lucha ni contra el cambio climático ni contra la sequía.
A final del 2021 siguió el arboricidio en la zona Sur de la Avenida del Trapiche, en el 2022 en la zona Norte, ampliándose al 2023, también a calles aledañas.
Y entre el 2022 y 2023 continuaron talando en la calle Doha, y en las calles Nuestra Señora de Gracia y Virgen del Pilar. También talas en el Vigil de Quiñones y alrededores. Y el último gran arboricidio, entre finales del 2022 y este agosto del 2023, ha sido en la Carretera de Istán donde han talado 500 árboles.
A todo esto sin contar que en cada calle de Marbella, desde hace muchos años hasta hoy día, talan de vez en cuando algún árbol con alguna excusa, sin ser plantado otro en su lugar, siendo tapado el hueco con cemento y losas.
Amén de todos los árboles talados cada vez que dan permiso para remodelar calles de urbanizaciones de las Chapas o Nueva Andalucía y de los talados para construir, chalets, hoteles o urbanizaciones. Sin olvidarnos de todos los árboles talados en San Pedro Alcántara a lo largo de años y años o todo lo que han arrasado en la ya inexistente Duna del Pinillo.
Pues ¿Qué respuesta hemos recibido por parte de la alcaldesa de Marbella con respecto a estos arboricidios? Según Muñoz, «todos somos conscientes de que los árboles tienen una vida útil y hay que cambiarlos y renovarlos si es necesario».
Pero no tuvo nunca en cuenta que si las raices dañan tuberías, en vez de buscar soluciones, como hacen en Europa para no talar el árbol y salvarlo, ella va a lo cómodo y rápido para solucionar la infraestructura, que es talar y talar sin conocimiento.
Y añadimos, sin tener en cuenta que esos árboles estén sanos y que formaban parte del legado de nuestro Patrimonio Verde por tener más de 60 años.
Y aquí entra la doble vara de medir ya que su trabajo lo está haciendo de la peor manera posible masacrando todos estos árboles, sin contemplar que muchos de ellos, por su edad, gozaban de protección…
A lo cual nos preguntamos: «La Sra. Alcaldesa y responsables ¿Cuántas multas personales y árboles debían de sembrar para reparar el daño?… ¿O acaso están exentos aunque con su trabajo estén cometiendo un atentado medioambiental?».
