Ajoblanco de Aniquita

Andaba yo por los seis años y Aniquita, Ana Pérez Vázquez, (cuyo marido era Curro Ramírez, el músico,) por los 60 años, tenía la edad que yo tengo ahora… Han pasado muchos años pero una cosa es cierta, las personas no mueren mientras te acuerdes de ellas.

Hoy la recordé porque este pequeño huerto me ha dado los productos para hacer un ajoblanco y el ajoblanco me ha llevado a ella. Y es que yo iba mucho a su casa porque mi abuela y ella eran vecinas, además de ser Aniquita y Curro los caseros de mis abuelos. El resultado es que pasaba mucho tiempo en casa de mis abuelos y la ventana de la cocina de mi abuela daba al patio, adonde Aniquita tenía también su cocina…

Desde la ventana tenía controlada las dos cocinas. Y yo miraba como Aniquita hacía de comer, porque me gustaba lo que cocinaba y toda curiosa miraba como lo hacía. Alguna vez me ponía a ayudarla a alguna pequeña cosa, como a desmigar el pan para el ajoblanco y a mis seis años me sentía mayor…¡Qué bueno el ajoblanco de Aniquita! La primera vez que lo probé fue el de ella, el suyo, su ajoblanco.

Y siendo pequeñita se quedó en mi mente su receta y helo aquí, la receta del ajoblanco de Aniquita, sigue. Y haciéndolo hoy parecía que Aniquita estaba a mi lado indicándome los pasos para hacerlo… 😊🍇

Ingredientes para tres personas


-200 gr de miga de pan blanco.
-600 ml de agua.
-200 gr de almendras crudas.
-2 Ajos.
-Sal.
-Dos cucharas de vinagre de manzana.
-100 ml de aceite
-Entre 12 y quince uvas peladas por comensal.

Elaboración

Lo primero es echar el agua en un recipiente, poner la miga de pan y dejarlo en el frigorífico que enfríe. Mientras en un cazo con agua caliente hervimos las almendras un minuto para quitarle la piel fácilmente. Las pelamos. Sacamos del frigorífico el recipiente con el agua y la miga de pan, le añadimos, las almendras peladas, la sal y el vinagre. Batimos todo con la batidora hasta dejarlo fino. Una vez batido, le añadimos poco a poco el aceite batiendo a la vez hasta quedar como una crema. Meter en el frigo para servir muy frío. Pelamos las uvas quitando también las pepitas, cercano a servirlo. Y en un plato servimos el ajoblanco con la uva encima.

En estos meses de julio, agosto y septiembre, es un buen aliado para el almuerzo, ya que al servirse frío lucha contra la calor, lleno de vitaminas y muy sostenible, puesto que en estos meses es cosecha de almendras y uvas, productos de cercanía, muy nuestros, formando parte de nuestra cocina ancestral mediterránea.

Espero que hagáis esta antiquísima receta, para que nunca se pierda dada lo rica que está y lo nutritiva que es. Como nota curiosa los romanos ya la hacían en esta tierra y en todo su imperio.

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